Bogotá, un desayunadero sin igual
- El septimazo
- 9 sept 2019
- 2 Min. de lectura
Desayunar como rey, almorzar como príncipe y cenar como mendigo; frase popular y muy aplicable cuando se está en la capital. Los visitantes de esta gran ciudad sin lugar a duda resaltan que si algo agradable e inolvidable tiene nuestra capital, es desayunar, por eso son fascinados cuando recorren sus lugares tan afamados tanto del norte como del sur, incluso los más populares los del centro, reconocidos como los más cachacos y tradicionales de la sabana, donde disfrutamos del tamal santafereño, el chocolate espumoso con queso y almojábana, el caldo de costilla con cilantro que hace antojar a cualquier comensal con su aroma y sabor.
Por Santa Bárbara y Cedritos encontramos a Yanuba, un restaurante que es toda una institución en la capital de la República. Llevan más de 61 años deleitando a sus comensales y es visita obligada los fines de semana en donde aparte de buenos desayunos también se consiguen unas tortas excelentes que tienen fama en la ciudad. Buena changua, buenos desayunos y delicioso café con galleticas de chocolate. En la calle 63 arribita de la carrera 13 y a un ladito del Parque Lourdes está la panadería San Fermín, que tiene como producto estrella la paella (que viene siendo como un’ calentao’ español). Clásica, muy clásica, esta panadería que también funciona como restaurante, preparan un tinto delicioso que se puede acompañar con omelette, sanduchitos o tortilla española.
La Bagatelle es un restaurante con un ambiente excepcional y unos detalles finos en su decoración. Pero independientemente de lo agradable del lugar cuenta con productos de calidad y deliciosos al paladar como los huevos benedictinos con salmón, su caldo de costilla y su variada oferta de panes entre los que se desataca el de chocolate por su apariencia y sabor. Los puntos de venta están en El Chicó, El Retiro, Calle 109, Rosales y el campestre denominado “del campo” cerca a Cajicá.
Uno de los restaurantes más típicos de Bogotá es La Puerta Falsa. Se dice que fue fundado en 1816 y tiene la misma o más historia que la plaza de Bolívar o la Casa del Florero. Siempre los turistas se llevan de este restaurante el sabor típico tradicional del agua de panela con queso y almojábana, los tamales y el chocolate santafereño; la changua y el ajiaco. Los precios oscilan entre 6.000 y 20.000 pesos. La dirección es calle 11 No 6-50. En todo el corazón de La Candelaria. Así podríamos enumerar muchísimos más, por decir entre otros: el desayunadero de la 42, don Jorge, Fratelli, Luzía, La mina, La Masa, Al agua patos, Agadón, Brot, plaza de Paloquemao, Varsovia, Moffis, entre los más nombrados.
Por: Franklin Espitia
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